Llegaste a mi vida como arte de magia,
aunque te esperaba, visita anunciada,
impaciente durante nueve meses,
con miedo al momento de tu llegada...
y es que todo se olvida,
todo sufrimiento es poco,
nada se iguala a esa carita sonrosada, esos ojitos inocentes,
esta nueva vida, que sacrifica la mía.
No existen palabras ni descripciones,
sinónimos o comparaciones,
a lo que siento cuando me dices "mami te quiero",
si supieses que es lo que yo siento,
me rompes por dentro,
me lloran hasta los pensamientos,
de pura alegría y satisfacción,
al saber que te he creado yo.
Que me espera en esta vida,
si ya te tengo a ti,
nada podrá igualar, a todo lo que tú me das.
Y me desgarro por dentro,
sólo de pensar que un día no estarás,
el día que me tenga que marchar,
hay mi vida!! ni mi alma despertará!!,
por que incluso en el otro mundo,
tú me faltarás.
No te entristezcas al leer estas palabras,
soy feliz!!! por que eres la brújula en mi vida,
por que sin ti no serían igual las alegrías...
ni penas!!, que son las que hacen que me de cuenta,
de lo que tú representas.
Por que no concibo mi vida sin ti,
es más, no me acuerdo de cuando no estabas!!
miro hacia atrás, y siempre me acompañabas.
Y por ti daría mi vida entera,
que me quiten la eternidad a tu lado,
que me saquen la última gota de sangre de mis venas,
que me encadenen a la piedra más grande aunque no pueda verte más,
si así, consigo tu felicidad.
Soy feliz, por que te quiero,
contigo, no hay obstáculo que no pueda sortear,
ni peligros que me puedan dañar,
por qué te miro y me estremezco,
por que eres lo más grande que tengo!!
Y si algún día, me ves llorar,
no dudes en besarme, abrazarme,
pues un beso o abrazo de un hijo a una madre,
no tiene valor ni descripción.
Y si algún día me ves reír,
no dudes en reír conmigo,
ten en cuenta que esa risa no sería igual,
si tu no estas.
Te quiero mi niño.
Tu madre.
2 comentarios:
Eloy, cuando leas este peazo ensayo que te ha dedicado tu madre probablemente no lo entenderás en toda su extensión.
Sólo cuando seas padre, algún día, te darás cuenta de cuánto te ha querido tu madre y cuánto te quiere, nadie te querrá nunca igual. Corre en ese momento, entre lloros, hacia ella y dale el abrazo más grande que le hayas dado jamás
¡Joder!
Soy soltero y sin descendencia. No he sentido nunca esto.
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