20 de mayo de 2011

Psicología de andar por casa

Lo bueno de tener un blog es que si quieres escribes y sino, no. Lo malo es cuando quieres pero no sabes que escribir ya que en ocasiones se convierte en un diario personal disfrazado de letras mágicas sin truco ninguno.

En estos meses he aprendido a ser un poco más yo misma, mejor dicho a recordarme, a quererme un poco más y aceptarme a la vez que he aceptado más mi entorno sabiendo que es lo que no me gusta de el y si quiero seguir a delante con todo lo que ello conlleva y a su vez haciéndome escuchar con lo que no comparto e intentar cambiarlo para poder seguir.

Dicho así, puede parecer algo complicado a la par que sencillo... pero soy una de esas personas que no soporta el “es que yo soy así”. Me parece una posición muy cobarde y egoísta sinceramente: cobarde por no afrontar y egoísta por no pensar en los sentimientos de los demás y anteponer los de uno mismo. ¿Puede ser que seas tu el equivocad@? Piénsalo.

¿Y a que viene todo esto? A que la maraña de cables que tenía en mi cabecita (por desgracia unidos directamente a mi corazón y sin toma de tierra) por fin comienzan a tener corriente alterna me lleven a donde me lleven. Solo espero que las bombillas que alimentan todos esos cables no exploten por la alta tensión.

No se puede esconder y asentir por no sufrir, porque el sufrimiento de después es mayor del que se huía en un principio. Uno se puede hacer escuchar y discrepar en lo que no se está de acuerdo siempre y cuando luego lo acepte hacia el mismo.

¿Que sencillo verdad? La mayoría pensará mientras lee estas letras que así está haciendo las cosas, ¿tan segur@ estás? ¿Quién eres tu? ¿De los que asiente y se deja llevar? ¿De los que es como es y punto?

Según avanzamos en la vida y seguimos creciendo (porque no dejamos de crecer hasta el día que dejamos esta vida) nuestras ideas, formas, pensamientos, actuaciones, creencias, nosotros mismos cambiamos. No podemos seguir siendo los mismos según avanza la vida porque las situaciones y las personas que nos rodean no son las mismas en muchas ocasiones. Según nos suceden cosas nuestros pensamientos y sentimientos varían, en realidad enriquecemos. Sería de idiotas dejar pasar esas oportunidades que la vida nos brinda “porque yo soy así”. Por eso no podemos aferrarnos a un pensamiento y pensar que si cambiamos de opinión nos traicionamos a nosotros mismos porque en realidad lo que estaríamos haciendo es traicionar nuestro derecho a cambiar y progresar.

Estoy aprendiendo a ser más cerebral en vez de tan visceral porque al igual que los demás yo también tengo mis propias necesidades y por desgracia siendo tal y como soy no puedo avanzar y aunque me dicen que si cambio ya no seré yo misma, tampoco lo soy si siendo así no consigo lo que necesito.

No se puede ceder para no perder lo que se tiene cuando esa propiedad en realidad es un alquiler.