Él prometió y ella se dejó engañar. Él la tomaba mientras ella se abandonaba al deseo. Un par de copas en el viejo bar de la esquina fueron cómplices del engaño.
No dejaron terminar de abrir la puerta y sus cuerpos ya prácticamente desnudos se entrelazaban y confundían uno con el otro. El apresurado roce de sus lenguas expresaban el desinterés de ambos por el prólogo y el la tiró en la cama completamente descubierta ante él, abierta a todas las sorpresas que pudiesen inundarla por dentro.

Se reía mientras le miraba y él se engrandecía. Acariciaba su blanca espalda mientras la hablaba de cosas sin importancia para él, que representaban el mundo para ella. Él, la susurraba en sus delicados oídos palabras que creía nunca había escuchado, adulaba su cuerpo surcado por el tiempo mientras con esas mismas palabras exaltaba su miembro. Y ella no podía más que sonreír.
Él, saboreaba su triunfo como un Dios se recrea al jugar al ajedrez siendo blanco y negro. La hablaba y halagaba mientras en su mente sabía, había sido la jugada perfecta. El magistral engaño dónde su pequeña mariposa cayó sin remedio sedienta de amor. Y ella no podía más que gemir.
Y la oscuridad se hizo con aquella habitación de olor a motel. Abrazados a la pasión que allí unos instantes antes se respiró, él suspiro y cayó dormido, mientras ella le miraba sin dejar de sonreír. Con cuidado se levantó y se posó frente la ventana de la habitación. Tras aquella ventana sólo quedaba la noche.
El vaho en el cristal dibujaba pequeñas formas efímeras que revelaban el secreto de la noche pasada. Pequeñas gotas caían tímidas con estupor en sus mejillas por lo allí ocurrido.
Y dibujó con sus dedos formas imposibles mientras de reojo le contemplaba desnudo, incapaz de defenderse de sus vacías palabras aliñadas con esperanza. Lo miraba y no podía más que sonreír.
Se vistió. Sentándose al lado de él, con un pequeño beso en los labios le despertó. Él la miró y con un guiño atenuado por un leve movimiento de su boca, en su mente se regocijaba por su hombría y eso, advertía a través de la fina sábana que le excitaba.
Jugó por un momento con su pelo mientras la desabrochaba la camisa. Ella, tranquila, relajada, sinriente le habló: esto serán sesenta euros más.
17 comentarios:
¿Tú crees que siempre será así de... limpio?
Paco... que no te entiendo... :S
Le sigo dando vueltas... porque hombre... el motel era eso, un motel pero limpito... y el prota se había duchado antes de salir a dar una vuelta.... y hombre... la prostituta era puta pero limpia... que una cosa no quita la otra.
Sólo sesenta euros más??? Yo creo que otro rato como ese merece algo más, no?
;)
Besos
Me alegro de que no conozcas más de cerca el sórdido mundo de la prostitución.
Y a pesar de ello me ha encantado el relato.
Bsos
Rosa... como bien dice Markos no conozco de cerca el tema de la prostitución... pero lo que si es cierto es que hay momentos que no tienen ningún valor.
Besos.
Markos... no se si es bueno o malo lo que me dices.
Lo que intentaba era bajarle los humos al protagonista del relato. Un hombre burdo que creía, había engañado a otra mujer más pero en realidad el engañado había sido él.
Besos.
Joe, pues claro! quien algo quieres, algo le cuesta...
¿no?
Besicos
No hacía tiempo ni nada que no escuchaba a Inmaculate Fools...
O "Deconstruyendo 'juntos'", que queda muy postcontemporáneo.
Lo que más me gusta es la grisura (ni blanco ni negro) y la espesura del texto: ese sí es, no es que se manifiesta en la disposición de ella, más protagonista que él aún, a gozar, aun con una sonrisa, en medio de la red de mentiras, y en esas lágrimas furtivas que no parecen de puro y simple cinismo.
Belén... pero siempre, siempre? Que hay gente que lo tiene todo demasiado fácil y luego pasa, lo que pasa.
Besote.
Papichurri... esta es una de esas canciones que esté como esté, me anima inmediatamente. Me llevé una gran sorpresa al encontrarlo este fin de semana rebuscando entre cosas viejas, pero mis cosas.
Como lo has captado. Diste completamente en el clavo. Ale, un "sobre" para el profe ;)
Besote.
¡Bien! Es que, a veces, soy muy aplicadito.
Lo que quería decir es que en tu relato este encuentro es casi idílico, muy limpio, casi onírico. Y te preguntaba que si siempre será así de limpia la prostitución
Paco... no, ni de lejos será así habitualmente, ojala!
Es lo bueno de escribir, que lo que no te gusta, lo puedes trasformar en algo más placentero.
Y yo pesando en ella pobrecita disfruta del momento.
Que final no me lo esperaba total es así de frío imagino.
Un beso guapa
¡Has vuelto! Que endevé cómo has hecho la cama, que parece que se lanzaban a una piscina, y luego resultó ser de pago, ¡eso se avisa! :P, jesúúus, yo no sé cómo logra la gente, salvo por echarle cara, calcular que ésto cueta tanto... 34 euros; no 35 jajaaja, psssss
Deshaciendo juntos, hummmm, me voy pensando; te echaré un ojo
besos
Muy bueno, me gustó el relato, si te tratan como a una puta tienes que actuar como tal...
Bienvenida y suerte en tu andadura.
Besotes de media semana,
Anita... imagino que muy caluroso no será... pero bueno, esto es ficción.
Un beso guapa.
Ant... miedo me das pensando y echándome el ojo... mucho, mucho miedo...
Besote.
Rosscanaria... gracias por pasarte y comentar :). Llevo más de dos años con esto... que no se definir muy bien la verdad... pero aquí ando.
Un beso.
Primera parte: grrrrrrrrrrrrrrrrr
Segunda parte: GRRRRRRRRRRRRRRRRRRRR
Parte final: O_O
Bueno buenísimo!
MUA!!!
Publicar un comentario